05 noviembre 2012

Frases

Se descargaron rayos y centellas sobre la indicación del diputado Larroque al “narcosocialismo”. Dejemos de lado que, por muy desgraciada o inoportuna que haya sido la mención y al margen de sus intenciones, al cabo fue una frase recortada de un debate que insumió varias horas. Y de cuyo contenido no hubo repercusión alguna. Sin embargo, si de fraseología e impactos se trata, la diputada Carrió “denunció” que el voto desde los 16 años es para darles plata y droga a los jóvenes, a cambio de favoritismo kirchnerista en las urnas. Después se puso a llorar, obviamente en TN, y declaró que los porteros de los colegios públicos del conurbano bonaerense están con la remera de La Cámpora, escuchando lo que dicen maestros y profesores para detectar contreras. Nadie de la oposición, ni de la parlamentaria ni de la periodística, absolutamente nadie, se escandalizó por esos enunciados de la diputada Carrió. Nadie se levantó y se fue. Nadie planteó cuestión de privilegio frente a la agresión y obviedad de que estaría ocupando banca alguien incurso en delirium tremens. Nadie. ¿Por qué? ¿Porque consideran que sencillamente ratificó que está loca? ¿O porque, aun enloquecido, es un mastín con menos del 2 por ciento de los votos, destructor de todo lo que quiso construir, pero todavía capaz de arrimar porotos a la desesperación cacerolero-destituyente? (por Eduardo Aliverti)