La derecha argentina tiene un razonamiento muy parecido al del capitán del Titanic de la película de James Cameron. Las señales que indican que varios icebergs están cerca se multiplican y el presidente Javier Milei, como a él le gusta, decide acelerar.
Siempre queda la duda de si son fracasos o si en realidad el objetivo de la derecha explícitamente es hacer de la Argentina un país más subdesarrollado: sin industria, sin ciencia, sin universidad pública, sin cine, sin clase media. Una gran estancia que produzca granos, gas, petróleo, minerales, con 50% de pobres estructurales y estabilidad monetaria.