Unas pocas corporaciones tecnológicas gigantes, las 'Big Tech', operan de una forma que se asemeja al sistema feudal de la Edad Media.
En este sistema, las Big Tech ostentan poder no solo a través de la acumulación de capital, sino también mediante el control de la información y los recursos digitales, lo que les permite influir en gran medida en la economía y en la toma de decisiones políticas. Al igual que los señores feudales tenían poder sobre la vida de los siervos, las Big Tech tienen la capacidad de influir significativamente en la vida de los usuarios, dictando no solo las condiciones de uso de sus servicios, sino también recopilando y utilizando datos personales, a menudo de forma opaca y sin el pleno consentimiento de los individuos.