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21 marzo 2021

Los poderes salvajes

Entre los gobiernos de Macri y Berlusconi existen notables semejanzas, no sólo porque ambos eran empresarios adinerados que provenían del mundo del fútbol (Berlusconi fue propietario y presidente del AC Milan en la misma época en que Macri dirigía los destinos de Boca Juniors). Ambos dirigentes compartieron también una estética chabacana de la política y cayeron en un ejercicio personalista de la representación que ostentaban, demostrando poca afección por las formas democráticas. Favorecieron una polarización de la sociedad simplificando la complejidad y demonizando al adversario político como forma de ocultar los verdaderos intereses representados. Adoptaron las mismas políticas de seguridad de la derecha mundial, basadas en el populismo punitivo, movilizando el miedo y el racismo para instalar la sospecha y la desconfianza hacia los diversos. Fueron fieles representantes de los intereses del establishment económico y compartieron idéntica predilección por los postulados ideológicos del neoliberalismo. Incurrieron en las mismas prácticas patrimonialistas al promover sus intereses empresariales aprovechando el manejo del Estado. Y last but not least, ambos contaron con un apoyo novedoso, asociado a la emergencia y consolidación de una nueva e incontrolada forma de poder, consecuencia de la concentración en manos privadas de un enorme aparato de comunicación social.

Los poderes salvajes publicado en El cohete a la luna