Es curioso ver como desde aquellos sectores que reclaman mayor tolerancia, mas respeto por las instituciones, o que critican duramente al gobierno de CFK por ver (segun sus propios dichos) todo blanco-negro, o por haber impuesto (según ellos) una logica amigo-enemigo son los primeros que salen a crucificar en nombre de una tendenciosa tapa o nota de un diario. No importa de quien se trate, solo les interesa que el personaje cuestionado se haya mostrado cercano a algunas ideas o posiciones del gobierno nacional o viceversa. De ser asi, apuntaran sus cañones mediaticos sin importar los daños que ocasionen. Exigirán renuncias, pedirán juicios políticos, se mostraran indignados, preocupados y hartos de tanta falta de ética y moral. Se trate de una dirigente de peso (literalmente hablando), una mitómana, fabuladora, conspiradora profesional (ver), de un ex presidente (no elegido por el voto popular) que con muy poco tiempo en el cargo beneficio con leyes al Grupo Clarin y este le supo suavizar las muertes a manos de la represión transformandolas en "victimas de una crisis" (ver) ó un político de raza, que los trajes de su padre le quedan grande y por el afán de conquistar poder, construye junto a lo peor de la argentina (ver). Ante la ausencia de ideas y propuestas, recurren al agravio, la mentira y las operaciones de prensa que sus "patrones" les preparan y que ellos cumplen al pie de la letra.
Los medios hegemónicos siguen “a la caza” del juez Zaffaroni (ver)