09 febrero 2012

Clarín save the Queen

Columna publicada en Redaccion Rosario por Pablo Bilsky sobre el vergonzoso papel del monopolio y algunos periodistas de Grupo sobre la cuestion Malvinas.

"El canillita arroja el ejemplar de The Times sobre las enjoyadas verjas del Palacio de Buckingham, y la reina, sin soltar nunca la carterita que tiene encarnada en el antebrazo, ¡zac! lo ataja, cual émulo de Peter Shilton. Se pone a leer, y Oh my God, se le atraganta el té. The Times, el único que lee su Majestad, ya publicó dos notas en línea con la posición argentina sobre Malvinas: “Inglaterra tiene que negociar”. Lo mismo había hecho antes el diario The Guardian, que fue más allá: “Todo esto forma parte de la decadencia de Gran Bretaña”, escribió el historiador y escritor Richard Gott. Lástima que Isabel no lee Clarín ni La Nación, que están más cercanos a la posición británica que los más importantes diarios británicos. Acaso the Queen empiece a practicar la lengua de Cervantes y contrate un servicio de cable que incluya a TN. Beatriz Sarlo y Jorge Lanata suenan como asesores."

El diario inglés The Times publicó el 15 de enero dos notas a favor de la posición argentina sobre Malvinas. Una del propio canciller argentino Héctor Timerman. La otra, del periodista inglés Simon Winchester. El cronista con nombre de rifle no parece tener muchos motivos para ser pro-argentino: cubrió la guerra en 1982, fue detenido por la dictadura y pasó tres meses preso en Tierra del Fuego. Sin embargo, Winchester muestra una postura idéntica a la de la Argentina: “Inglaterra debe sentarse a negociar”, publicó en The Times, el periódico más tradicional del Reino Unido, el que lee la reina, el único que sigue repuntando en lectores.

Winchester propone la devolución de las islas a la Argentina y cita dos antecedentes, el de Hong Kong –colonia del Reino Unido hasta 1997, cuando volvió a manos de China– y las islas Aland, un archipiélago en el Mar Báltico colonizado por Suecia y reclamado por Finlandia, que finalmente logró el reconocimiento de su derecho de soberanía.

“Sospecho que la actual crisis de Malvinas del 2012 puede ser olvidada si un arreglo similar puede ser rápidamente logrado entre Londres y Buenos Aires”, escribió el periodista inglés. “No habría necesidad de un arbitraje de Naciones Unidas o de alguien más, el Reino Unido y Argentina podrían lograr un acuerdo entre ellos, si se comportaran de manera madura y con buena fe”, agregó.

“Con relación al petróleo y la pesca, los asuntos que realmente preocupan a las tres partes, se podría aceptar un acuerdo negociado. Quizás Londres, Buenos Aires y Port Stanley podrían recibir un tercio cada uno de los recursos obtenidos, con las proporciones variando a medida que transcurrieran los años”, escribió Winchester.

El 22 de diciembre de 2011, el columnista Richard Gott cuestionó duramente la política del Reino Unido sobre las Islas Malvinas, país al que acusó de padecer una "ceguera caprichosa" y reivindicó la insistencia de la presidenta Cristina Fernández para una futura negociación en su nota titulada “Gran Bretaña está dormida frente a Argentina y las Malvinas”.

"Para reforzar la ceguera caprichosa de los diplomáticos británicos, el Ministerio de Relaciones Exteriores cerró media docena de embajadas en América Latina, para reducir al mínimo el peligro de recibir opiniones subversivas de capitales extranjeros", escribió Gott.

"Todo esto forma parte de la decadencia de Gran Bretaña", aseguró Gott.

"Dado que Argentina y Gran Bretaña tienen razonables reclamos sobre las islas, el sentido común sugiere que los dos países deben reunirse para negociar una solución, y eso es exactamente lo que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha sugerido frecuentemente", afirmó el escritor británico.

"Ella no ha estado «aumentando la presión», y menos aún ha estado preparando a los militares argentinos para un ataque. Ella simplemente está reiterando una política de larga data, que está instalada de manera permanente en la constitución del país", argumentó Gott sobre Cristina Fernández.

"Lo que cambió en los últimos años es el clima político en América Latina. Nuevos gobiernos aparecieron en todo el continente, con una agenda progresista y nacionalista (...) están unidos en la creencia de que su continente debe organizarse en beneficio de sus propios pueblos, sin injerencias externas", concluyó el historiador.

El artículo de Gott en The Guardian cosechó 851 comentarios de lectores. Algunos son cercanos a la posición argentina. Muchos critican el gobierno conservador de David Cameron, sus recortes y ajustes, y lo acusan de querer desviar la atención de los problemas internos con el tema de las islas.

Uno de los comentarios es especialmente contundente para expresar aquello que, quizás, piense y sienta al menos un sector de la ciudadanía británica. “El lío de las Falkland me importa poco. Fundamentalmente porque están muy lejos. Si ya entregamos Hong Kong: ¿Por qué no entregar las Falkland? Además, sé que hay petróleo allí y me imagino cómo reaccionaría el Reino Unido, y el gobierno de Cameron, si la Argentina tuviera unas pequeñas islas cerca de la costa de Escocia, allí cerca de las cuencas gasíferas que tantos problemas le solucionaron a Maggie (Margaret Thatcher) hace tantos años. Como dije, este asunto me importa poco”.

Otro lector utilizó una ilustrativa comparación: “¿Para qué necesitamos esas islas que están tan lejos? No podés tener una casa en Londres y un jardín en Brasil”.

En cambio, aquí, en la Argentina, el canal TN alentó los peores y más absurdos fantasmas antes del discurso de la Presidenta. Un presentador llegó a especular, a manera de ejemplo, que él mismo calificó, eso sí, de exagerado, con que la mandataria “podría declarar la guerra”.

Una pena lo del Palacio de Buckingham, tanto lujo, tanta pompa y sin TN.

Fuentes: The Guardian, Tiempo Argentino
Ver fuente original del articulo en Redaccion Rosario.