Para ello, cuentan con la complicidad de ciertos sectores de la justicia, de la política y con el invalorable aporte de sus empleados: los "periodistas profesionales" dispuestos a generar odios y violencia. La táctica es sencilla, semanalmente arman un informe, una suerte de show en donde hablan básicamente de "corrupción K" o "lavado K". Suelen tergiversar datos, ocultar maliciosamente información, ser deliberadamente imprecisos, mentir, insultar, difamar, provocar, aunque eso si: de tanto repetirlo, en cada una de sus señales, legitiman la mentira. Al dia siguiente, el Lunes, arman una mesa a modo de "jurado de notables", en donde condenan o diagnostican, sin paso previo por la justicia y faltando a toda ética. Si el gobierno no sale a contestar, están dando a entender que lo denunciado es cierto y se ufanan de ello. En el caso que el gobierno o algún funcionario responda, estamos frente a una "feroz reacción del oficialismo" y "un avance sobre la prensa" (ver) Los periodistas mas "moderados", los que dicen estar tan lejos del gobierno, como del Grupo Clarin aseguran que es una "pelea" entre dos poderosos y afirman que no se puede vivir en un pais con tanta "crispación" y siempre "al limite". Estos mismos periodistas tan ... "independientes" que dirán si Magnetto logra ganar la pulseada a la voluntad popular y terminan por derogar la Ley de medios. Podremos seguir hablando de "democracia plena " o estaremos frente a una parodia de "democracia condicionada" por los "poderes fácticos" (ver)
“No hacen periodismo, hacen circos mediáticos y televisivos para generar odio, rencor y animosidad en contra del gobierno” (ver)