03 agosto 2013

Denuncismo

El denunciador serial hace más difícil la lucha contra la corrupción porque desnaturaliza la verdadera denuncia, que es una de las pocas herramientas para combatirla. Entonces, el lugar del denunciador serial no es el lugar ético, ni siquiera es el del débil contra el poderoso, como fue en el caso de Rodolfo Walsh. Por el contrario, la idea de la denuncia como “operación” pasó a ser patrimonio de los poderosos en defensa de sus intereses y la convierte en denuncismo (ver x Luis Bruschtein en Pagina 12)