27 diciembre 2022

Ante esta premeditada destrucción de toda juridicidad, la única salida es política, y el protagonista excluyente es el pueblo.

¿Por qué hay jueces que van a jugar tenis o paddle o al fútbol con el principal interesado en que emitan una sentencia condenatoria y no se excusan? 

¿Por qué la Corte Suprema declara inconstitucional la composición del Consejo de la Magistratura después de diez y seis años y de paso devuelve vigencia a una ley derogada que, casualmente, le da la presidencia del Consejo? 

¿Por qué se entromete en la forma en que se configuran los bloques del Senado Federal? 

¿Por qué permanece indiferente cuando se constata que hay jueces que reciben un viaje pago por un magnate y programan cómo lo disimularán en descaradas conversaciones registradas? 

¿Por qué la Corte Suprema decide cuestiones sanitarias y epidemiológicas, como las clases presenciales, sin pedir la opinión de ningún perito?

Estas son algunas de las preguntas que se hace el ex juez de la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni, en su demoledor artículo publicado en La Telca Ñ de hoy, 26 de diciembre. 
Y ante esta premeditada destrucción de toda juridicidad en este espacio vacío de Derecho la única salida es política, y el protagonista excluyente es el pueblo.

Lean y difundan este esclarecedor documento, con el cual me identifico plenamente.