El rechazo al DNU en el Senado provocó la furia presidencial con una catarata de mensajes, muchos de los cuales deberían ser castigados por la justicia e inclusive podrían ser motivo de juicio político por la irresponsabilidad que implican.
Pero lo más grave son las amenazas mafiosas, las campañas masivas de difamación contra el que no acuerda con sus posiciones, y los escraches mediáticos con el grupo de patoteros que manejan las redes.
Si antes la política tenía defectos, en vez de superarlos, Milei la transformó en una práctica mafiosa. Si esto fuera la esencia de un cambio de época en la cultura de la política, querrá decir que se convirtió en un chiquero