Esta información no la transmite ni un medio ni un periodista afín al kirchnerismo. Pero es un elemento más que contundente que confirma lo que reiteradamente sospechamos y denunciamos. Esta investigación de una fiscalía de Estados Unidos recae sobre uno de los engranajes que los fondos buitre, liderados por Paul Singer, utilizaron para extorsionar a la Argentina y al Gobierno de Cristina Kirchner para cobrarse una deuda ilegítima. En estas operaciones y hostilidades contra el país, Singer también se sumó a Cambridge Analytica, tal como nos confirmó personalmente la periodista Carole Cadwalladr del diario The Guardian y a agentes israelíes. Conformaron una TaskForce que fue la responsable, entre otras acciones, de desparramar, con la colaboración de medios locales, noticias falsas a troche y moche, como por ejemplo que Nilda Garré y Máximo Kirchner tenían una cuenta de 40 millones de dólares en un banco de Estados Unidos o que Cristina tenía fondos depositados en las Islas Seychelles, a lo que hay que agregar los famosos containers que llevaron a agujerear la Patagonia. Pero la operación de Singer y sus secuaces fue más allá. Hicieron coincidir su voracidad por quedarse con dólares que no le pertenecían con conflictos geopolíticos. Y asi es como demonizaron al acuerdo con Irán destinado a esclarecer los atentados en la Argentina y hasta llegaron a transformar el suicidio de Nisman en la delirante teoría de un asesinato. Por supuesto, todo esto también sirvió para la campaña que culminó con el triunfo de Macri, que pocos meses después de asumir le pagó a los fondos buitre y a Singer, no sólo hasta el ultimo dólar, sino incluso un poco más de lo que pedían en concepto de honorarios de una campaña electoral que debe haber sido la más cara de la historia del mundo. Asi engañaron al pueblo argentino. Pero lo que es aún peor, asi es como deformaron la realidad y llenaron de odio a un sector de la sociedad que se suicidó instalando la derecha en el gobierno. Seguiremos trabajando para que se sepa la verdad completa.
Por Leopoldo Moreau
Ari Lijalad sobre los sommelier de judíos, los periodistas, los que hacen relaciones públicas y el ninguneo al ex Canciler Timermann