30 mayo 2009

La patota ruralista

Sectores afines a  las patronales del campo vienen ejerciendo toda suerte de escraches violentos a funcionarios del gobierno (ver 1). Para los medios que acompañan sus protestas este accionar facista y mafioso suele ser visto como parte de un reclamo legitimo (ver 2) La violencia y la intolerancia, en estos casos y a fuerza de complicidades, no son calificados como provenientes de "patotas" o "Grupos de choque" (ver 3). La agresión ocurrió el jueves a la noche cuando un grupo de productores rurales se acercó al lugar donde Scioli acababa de aterrizar con el helicóptero oficial y comenzaron a tirarle piedras y huevos, que alcanzaron a varios integrantes de la comitiva, incluido el gobernador, quien recibió un golpe en la cabeza. Horas antes, Scioli también había soportado una protesta de un pequeño grupo de ruralistas en Tandil. La escalada de violencia de productores rurales en plena campaña electoral tuvo dos hitos en los últimos tiempos como lo fueron la irrupción en la base aérea de Paraná, donde un grupo de 200 personas, comandado por el ruralista Alfredo De Angeli, se acercó hasta la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para forzarla a recibir un petitorio. Más recientemente, el jefe del bloque de diputados kirchneristas y cadidato a ser reelecto, Agustín Rossi, sufrió un nuevo ataque a golpes y salivazos (ver 4). El propio Scioli, en varias apariciones públicas, se mostró indignado con lo que ocurrió en Lobería, ciudad ubicada a 450 kilómetros al sur de la Capital Federal. “El intendente me acaba de decir que ya identificaron a las personas que ayer me atacaron y fueron fiscales del PRO, así que mire qué combinación: miembros de la Sociedad Rural, fiscales del PRO. Más claro échele agua. Violencia, agresiones”, señaló. (Ampliar).