Se detectó una tendencia general a creer en los supuestos hechos que confirman las opiniones preexistentes y desechar aquellos que las contradicen. Este fenómeno se potencia en las redes sociales
El problema es que hoy como entonces estas expresiones de deseos no tienen correlato en la realidad. El gobierno necesitaría un año de tres semestres para ver sus vaticinios hechos realidad. Mientras, se limita a repetir slogans de campaña, con promesas que suenan muy atractivas pero que no tienen la menor posibilidad de cumplirse.
Esa independencia del discurso en relación con los datos de la realidad no es una exclusividad argentina. En su edición del viernes el diario de registro de la política estadounidense, el Washington Post, publicó una columna sobre lo que llamó “un mundo post fáctico”, en el que el público ni siquiera se preocupa por saber si los hechos que se le presentan son verdaderos. Se detectó una tendencia general a creer en los supuestos hechos que confirman las opiniones preexistentes y desechar aquellos que las contradicen. Este fenómeno se potencia en las redes sociales, donde quienes sostienen las opiniones más fuertes son los menos inclinados a modificar sus puntos de vista y tienden a rechazar como tendenciosa cualquier corrección basada en datos. Otra publicación estadounidense atenta al mismo fenónemo es la revista New Yorker donde Jill Lepore escribió que la enorme cantidad de datos disponibles vuelve a las personas cínicas respeto de la verdad misma. “Con tantas fuentes de información disponibles, es mejor suponer que son todas erróneas. Si la verdad está pasada de moda, si vivimos realmente en un mundo post fáctico, no hay ningún motivo para que los mentirosos se avergüencen”
Nada menos que 27 financistas de Wall Street ocupan cargos en el gobierno de Macri x Alfredo Zaiat - https://t.co/k2JZMTCoNN— Miguel LaGarch (@miguellagarch) 22 de mayo de 2016
Preocupación en la dirigencia sindical por los despidos pic.twitter.com/70u3pllKkF— Patetos Wermus (@catanpeist) 24 de mayo de 2016
Buenas noches pic.twitter.com/f8h0nhAMjP— Profe Romero (@romerodiario) 23 de mayo de 2016